homenaje a mi paraguas

No fue sino hasta que lei un post en el blog de jefe, que decidi hacerle un homenaje a mi Paraguas. El dice que es imposible usar paraguas en Concepción pero yo tengo uno negro, chico, descocido y viejo que uso hace unos 10 años, que nunca he perdido ni he dejado en casa lluevan dos de agua o un temporal como los que ha habido aqui ultimamente.

Es tan bajito que alcanza justo para cubrirme, por lo tanto es antiamor y pro-solteria como yo , no se puede andar de a dos con él bajo la lluvia, pero tambien evita que los oportunistas se metan debajo para protegerse...

También, ahora que lo pienso es un arma potente porque siendo él chico y yo más encima bajita, creo que sus puntas alcanzan justo al ojo del chileno promedio y como yo cuando camino no miro a nadie, ni siquiera se si soy o no la causante de algun cieguito temporal...

Con los peores ventarrones nunca se da vuelta, por lo tanto es lo más macho que he conocido, solo le falta ser peludo, porque hediondo se pone cuando queda humedo por muchos días, hasta que en la lluvia subsiguiente se lava solo...

No convina para nada con mis chaquetas cada día más chic, pero lo llevo orgullosa cuando veo a otras de chaquetas chic todas mojadas , corriendo con cero glamour hacia sus autos para no mojarse...

Hoy casi lo pierdo para siempre...apenas llovieron cuatro gotas cuando salí y luego un bonito sol, que no calienta nada, pero igual decidi llevarlo ... al ir a pagar a una caja de Ripley mi cuenta del mes lo deje olvidado, seguramente encandilada con lo atractivo del vendedor, que luego me engrupio con un frigo bar para la oficina, que termine comprando... no fue sino hasta que ya iba por San Martin con Castellon que me acorde de sus faz oscura y harapienta ...

Me dolió aquí, como decía Super Basura, apuntando justo al corazón y pense que un frigo bar nunca valdría tanto como mi compañero de mil batallas, y rauda regrese a la tienda...

Justo al lado de la caja, entre refrigeradores y lavadoras estaba... me miro con sus ojos de cordero degollado y me reprocho por haberlo abandonado despues de tantos años juntos, así son las mujeres - me dijo, y yo sonreí en silencio pensando que de tan feo que es, nadie se lo quiso llevar ...

Venga para aca mi feito- le dije en voz alta mientras lo abrazaba y lo besaba como si estuvieramos solo el y yo en esa multitienda, volvamos a casa - le dije. Y del brazo volvimos a la esquina fatídica (la del semaforo de ayer) donde pasa el bus para mi casa...



A mis espaldas alguien se rió, espero que no haya sido el mijito rico del vendedor que de seguro penso que soy una vieja loca