Creí que me iba a morir cuando escuche la voz de tu hermana avisandome del accidente...
Aún no sé como salvé la distancia que separa la Facultad del Hospital Regional...
Y se me destrozó el corazón cuando te vi allí ensangrentado en esa camilla de hospital tercermundista...
Y se me partió el alma cuando me dijiste que tenías mucho frío... y no sabía como contener las lágrimas cuando te toque la cabeza y la tenías llena de vidriecitos incrustados... Pero incluso en ese estado de desesperación total sabía que algo no marchaba...
Aún así te cuide por 3 días sin interrupción , pegada a la cabecera de tu cama, suspendiendo mi consulta y mis actividades academicas, demostrándote que si eras mi prioridad... y lo que más me duele fue el ridiculo que hice esos días... de ser presentada a tus compañeros de trabajo como la polola abnegada, con quien llevabas varios años... como dijo tu mamá?: el amor de su vida ...
Y el cuarto día... ese no lo voy olvidar mientras viva...
O quizá si, por que aunque apenas ha pasado un poquito más de un mes, ya me parece que fue en la otra vida, así de lejano me llega el recuerdo, por oleadas que calientan de rabia mi cabeza, desde esa fecha, 8 de marzo, el día en que morí y fuí devuelta a la vida...
Porque ese mismo día, un par de ojos se cruzaron en camino y un par de manos enjugaron todas mis lágrimas...
Y es ese mismo par de ojos, que me esperó por 8 años, el que me pide que mire por fuera del abismo, hacia donde todo es primavera...
Y yo sólo siento que me pierdo en ese par de ojos, que en mi corazón aún late un trocito, que mi cuerpo está cambiando...
Pero aquí aun no llega el invierno y eso es lo que más temo
Creo que ya salí del abismo, con mucho esfuerzo y sacrificio, con el alma y el corazón desgarrados, mirando unos ojos con esperanza...
Creo que ya salí del abismo y estoy justo en el borde, con las manos y el rostro ensangrentados pero la vista en alto...
Creo que ya sali del abismo pero al mirar hacia abajo siento pena... mucha pena y eso es lo realmente profundo... porque ya sé que nunca más podré amarte otra vez...
Cuando me decidí a mostrarle que él si era más importante que mis estudios y mi profesión ocurrió el accidente ... un poste del alumbrado electrico selló mi destino... la muerte no quizo llevarselo porque yo debía saber la verdad...
