Que conste que Kamelas me pidió un informe detallado
Salimos de Conce a las 10:30 de la noche en tren, sin embargo, como ultimamente no estoy viendo los noticiarios, la información una vez arriba me sorprendió, debido a un corte en un puente ferroviario, en la mitad del viaje debíamos tomar un bus que nos trasladaría hasta el otro lado del puente, y yo que pensaba dormir toda la noche...
De pronto las luces se apagaron...
Unos segundos más tarde (según yo) y a eso de de las 2 de la madrugada nos despertaron para la combinación con el bus, a esa hora unas caras sommolientas como la mía protestaban, otras, las menos, se peinaban y arreglaban un poco y la gran mayoría, apenas sin abrir los ojos seguían a los demás hasta el bus... media hora duró el traslado, media hora que para mi fueron un cerrar y abrir de ojos... y luego al otro tren, unos reciclados españoles que para mi gusto no eran muy cómodos, sin embargo, aun así, el resto del viaje me pareció segundos otra vez, aunque cuando la última media hora se hizo con las luces encendidas al máximo... mi morocha se reía mucho y con apenas una hora de sueño no podía entender como yo cerraba los ojos apenas ponía la cabeza en el respaldo...
... solo gajes del oficio...
y aquí comenzó la parte que desconocía pero de agradable sorpresa a la vez...
... llegamos a santiago a las 6:30 de la madrugada y ahí estaba con más cara de sueño que nosotros Superman, quien venía a recibirnos, pero eso no era todo, ambos se habían confabulado para que el resto del viaje hacia Viña (dos horas) no fuera en bus, sino en automóvil, Super había traído un vehículo de su casa y estabamos a punto de partir... la cara de sueño del conductor me hizo dudar un momento, pero después de la incomodidad del tren español (sin herir sucepctibilidades) me pareció como viajar en limusina, a eso de las 7 de la mañana desyunamos en una estación de gasolina y esto ya estaba tomando ribetes entretenidos. En la estación nos repusimos y emprendimos la travesía. Nunca había visto el amanecer en los valles centrales de mi país, con esos cerros que atraviesan de cordillera a mar y que comienzan a ser iluminados desde la punta hacia las faldas tomando una tonalidad naranja realmente encantadora...
Gastamos esas dos horas cantando a todo pulmón los temas radiales y así llegamos a Viña del Mar... desde el automóvil la vista desde los cerros es magnífica , incluso a lo lejos pudimos apreciar las Dunas de Con Con, donde la historia de mi hermana comenzó...
Luego de perdernos por las calles de Viña logramos dar con la casa de mi prima, es un sitio encantador y con una hermosa vista de Viña y Valparaíso... sin embargo, a esas alturas mi sueño de playa se estaba desvaneciendo... lo que comenzó como un hermoso día soleado en Santiago, se estaba transformando en un nuboso día en la costa.
Para no quedar tan frustrada, fuimos a almorzar y luego a pasear por la playa, mi hermana se quedó con su galán y yo con mi prima nos fuimos de compras, el día culminó en el salón de belleza y yo con un peinado sacado de revista, aunque no era lo que deseaba, no estaba mal según mi "cuñado" y nos fuimos a vestir... Me sentía como la princesa con chofer incluído, lo que no sabía era que Superman también traía su traje preparado y tuve que hablar con la novia para ver si permitía que el galán asistiera al baile...
La ceremonia estuvo muy emotiva, como todas supongo yo, mientras no me llegue el turno desde luego, después una cena donde lo mejor fueron los postres y a eso de las 12:00 el baile, Superman entró al lugar a buscar a su cenicienta y tuvieron su noche especial al compás de la música en un rincón, yo bailé toda la noche con unos amigos hasta que llegó el momento de partir, como a las 5 de la madrugada llegamos a casa de mi prima y muy respetuoso Superman me pidió si le prestaba a mi hermana por las horas que restaban antes del amanecer para ir a bailar, solo atiné a decirle lo mismo que esa noche del 19 de enero en el resort:
... CONFIO EN TI...
y luego me entregué a los brazos de morfeo, no sin antes elevar una plegaria, plegaria de un trabajólico en un día de descanso:... por favor que mañana cuando despierte haga un día de mucho sol ... para ir a la playa...
(continuará)
