jeudi, mars 02, 2006

secretos al final del día


-"Me da risa de los puros nervios"-
Para variar mi secretaria no me cree, jura que me río todo el día de puro contenta, por más que le digo que es de los nervios... es que estos dos últimos días han sido muy caóticos, cambiarme de oficina resultó más trabajoso de lo que esperaba, y como dice todo el mundo, nunca pensé que tenía tanto cachureo guardado. Y es que yo debería haber cerrado la consulta por el cambio, sin embargo, tengo cuatro pacientes que estaban apurados por terminar sus tratamientos esta semana, así y todo les advertí que sería en medio del caos y accedieron, por eso el maestro cambió el equipo justo y necesario para trabajar el domingo por la noche, y luego el resto de la mueblería el lunes, mientras yo trabajaba. A mis espaldas todo era caos y ruido, martillazos, taladros y de un cuanto hay hasta la noche, en que hubo un respiro y pudimos armar una sala de espera preliminar, ayer, la intensidad del ruido disminuyó y ya solo se limito a ajustes, girar tuercas y demases, taladrar la pared para poner cuadritos y terminar de ubicar y ordenar todos los muebles.
Si es cierto, estoy contenta de materializar este sueño, pero me reía de los nervios, lo juro, y es que en estas condiciones mantener la calidad era primordial y termine aprobando el examen: como cambiar una consulta dental en dos días sin dejar de atender a los principales pacientes. En todo caso ellos están conformes y eso me deja tranquila. Sin embargo la risita nerviosa sólo se detuvo en mi rostro cuando, cerca de las once de la noche contemplé el fruto del esfuerzo, mi oficina se veía profesional y acogedora a la vez y, estando en eso, recordé de ir a contemplar la catastrofe que había quedado en el piso de arriba.
Con la llave en mano me aventuré a girar el picaporte y al mirar, no encontré el caos que esperaba, sólo un espacio vacío y en la pared marcados el lugar donde alguna vez estuvieron muebles, cuadros, diplomas. Ver ese lugar no me emocionó tanto como pensaba, me pareció más pequeño que cuando albergaba mis sueños y me pareció vacío de esperanzas e ilusiones. Despues de recorrer cada metro tratando de captar mis propias energías dispersas en ese lugar para llevarmelas conmigo, comprendí que ya se había ido todo, que ya no quedaba nada de mi en ese lugar y solo en ese momento recien cayó una lágrima por mi mejilla, más que de pena, fue como un tributo a lo que viví ahí y sólo deseé dejar ese pasado atrás y bajar a mi, con mayuscula MI LUGAR, no porque ese pasado no exista o fuera malo, al contrario, solo porque debo mirar hacia adelante ahora y construir cosas hermosas nuevamente.
Hoy en la mañana fui al corredor de propiedades a entregar la llave del 701 y para mi sorpresa no podía entregarla hasta que no pagara todas las cuentas, pero como éstas aun no llegan y como esa llave quemaba en mi bolsillo por ser entregada, la recepcionista no tuvo más remedio que recibirla y me despedí de ella sin pena ni alegría y me encaminé a mi lugar con otro secreto en el bolso...
... que no contaré a nadie...
... saqué en secreto una copia de esa llave para volver a mi antigua oficina si es que me da pena mañana ...

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1 Comments:

Blogger KAMELAS said...

A mi me pasa lo mismo con un antiguo amor.

Siempre que estos a puntito de olvidarla siempre encuentro otra copia de la llave, y no puedo evitar la tentacion de echar un vistazo al lugar donde guardo los buenos recuerdos.

15 mars, 2006 05:21  

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