Olor a Otoño

Ya me convencí, ahora si que no hay vuelta atrás, miro por mi ventana y veo las hojas de los arboles caer, camino por las calles y siento una brisa gris, sobre mis hombros comienza a aparecer la lana y alrededor de mi cuello una bufanda, mucha ropa diría un amigo que estoy conociendo, pero es que está empezando a hacer frío... y hoy he mirado el calendario... ya no hay vuelta atrás... estamos en Otoño... Otoño frío y gris ... Otoño que me huele a ...
...me huele a días de uniforme escolar caminando por las calles rumbo a un colegio que me acogía cada jueves... huele a notas musicales que salían por las ventanas de la sala de música... se siente aun como temblaban las piernas al tener que cruzar todo el patio para llegar al fondo del pasillo y luego contener la respiración al entrar en ese lugar, buscarlo con ojos tímidos en la tarima y tomar posición en el lugar de donde se pudiera tener la mejor vista y así nota tras nota ensayar un canto, con mi voz de contralto y el alma llenita del primer amor...

El otoño huele a notas musicales salidas de nuestras voces y de sus manos al tocar el piano, huele a miradas de reojo y a mejillas ruborizadas... y cuando esas dos horas pasaban y llegaba la hora de partir , el otoño olía a la esperanza de que me regalara una mirada... Salía casi última de la sala de música para tener la oportunidad de despedirme y darle un beso en la mejilla que encendía mi alma y luego el otoño olía a cruzar ese patio, salir del colegio y caminar por calles que apenas conocía para tomar el autobus... olía a hojas caer a mi alrededor y que pisaba todas para sentirlas crujir bajo mis zapatones escolares, huele aún a brisas heladas que me devolvían la mirada hacia atrás y me hacían repetirme una y vez: "Y si vuelvo?" y un día de otoño volví, parecía que el viento me empujaba y que las hojas cafes danzaban a mi alrededor ...y ... entrando a la sala de música ahí le vi, solo sentado frente al piano... sólo bastó una sonrisa para que me regalara dos horas de música, sin palabras, porque esa era la pasión que nos unía y que tú perpetuaste... ayer estudiante, hoy profesor de música y yo... yo aún te recuerdo, porque años despues supe que todos sabían de nuestro mutuo amor, menos nosotros mismos, pero eso hizo que aun conservaramos la ilusión... porque quizo el destino que ahora viva cerca de tu lugar de trabajo y te vea casi todos los días en la parada del autobus... casi 20 años después estas igual, pero a mi no me reconoces... el tiempo me ha cambiado... pero no ha cambiado el olor a otoño, ese que comienzo a recordar y que me invita a hacer cosas distintas... a hacer aquello que debía ... a volver el rostro atrás y hacer mis sueños realidad... a hacer aquello que nunca pense que haría... A llegado el otoño a este rincón del planeta y sigue oliendo igual a cada ida a ensayo de coro, puntualmente, todos los jueves...