Olor a invierno

De todos mis "olores" estacionales, el olor a invierno es aquel que me trae más sentimientos encontrados, tal vez porque en esta ciudad, al sur del mundo, donde llueve demasiado, tengo más aromas acumulados a la memoria, pero solo uno involucra dolor... en el corazón... como lo describe Ars...


Mi olor a invierno más querido es aquel que me recuerda las chimeneas de carbón de piedra, también los braseros...Creo que en mi casa, cuando niña, alguna vez hubo uno porque solo volví a sentir ese olor cuando pase mi primer invierno en Los Alamos... al pasar por Curanilahue... ese conocido olor... olor a invierno... estaba presente en el aire...

Es el olor de la pobreza, aquella que solo tiene el negro carbón para calentarse, pero tambien es el olor del calientito pan amasado de Lota, de caritas teñidas de negro pero con una sonrisa en los labios, de braseros encima de los cuales se coloca un tarrito con eucaliptus porque hace bien a los bronquios...


Pero también esta mi otro olor a invierno, el de la ciudad, el del barrio universitario cuando llueve, el de días mejores (aquel que dijo que todo tiempo pasado fue mejor no se equivoca), el de pasto mojado, de hojas pisoteadas, de humedad verde en el aire que me lleva a mi primer invierno de universitaria el año 2001, año en que supe que había más vida fuera del colegio y la casa, y tuve mi primer pololo... ese que conquiste con una carta en que escribi algo que ni siquiera sentia cien por ciento, pero como ya era hora de tener un novio, supuse que una carta era el camino correcto...

y como estaba tan segura de mi exito, estuve una semana ensayando con mi amigo Camilo como sería mi primer beso ... y ahora que lo pienso mi primer beso se lo di a Camilo y no a mi primer pololo... plop...

Luego de los ensayos, la carta tuvo el efecto esperado y fue afuera de la parroquia universitaria donde aquella bonita etapa empezó...


Mi olor a invierno huele a mi primera ruptura, aquella que por ser la primera desgarraba el alma, alma infantil que aun no sabia de dolores grandes...

creía que me iba a morir ahí mismo, en la calle Edmundo Larenas, mientras llovía infernalmente y el agua me calaba los huesos, mientras pisaba hojas secas y pasto rehumedecido de los jardines de la universidad...

Lloraba desesperadamente mientras mis lagrimas se confundian con la lluvia que caia en mi rostro y en mis audifonos sonaba la canción Wild World de Beth Orton, casette que el Mister Master de Inglés nos había dado como tarea para traducir ese día...


Mi olor a invierno tiene olor a desesperanza, a pena que pareciera que nunca va a pasar... pero me produce la ternura de querer abrazar a esa niña que era y decirle que esa pena no era nada comparada con las habrian de venir y que aun faltan por llegar... Mi olor a invierno tiene olor a crecimiento interior, a despojarse del capullo para salir a la vida... mi olor a invierno me lleva a la madurez...



Mi olor a invierno... olor a pasto mojado, a arboles, a hojas cayendo

Me gustaría volver a llorar así, por amor, otra vez...