El beso...

... y como al pasar... tal vez... le pueda robar ... un beso...

En realidad, no fue uno, quiza dos o tres,... pero se sintió como el momento en el que vuelve a la vida el sediento tras beber un solo sorbo de agua y quemó como te ciega la potente luz del sol luego de horas de oscuridad ... tal vez ni siquiera fue un beso sino solo el rozar de los labios que te eriza la piel, porque más que ese roce fue el entorno... ya que todo había desaparecido y nos encontrabamos entre nubes de algodón, potentemente iluminados con una luz que venía del cielo...

Y bajando de esa nube sonrío al recordar la realidad, los hechos antes mencionados se suponían que debían ocurrir en el recién adquirido 601 y sin embargo fueron el 701... cuando lo encontré por casualidad en la calle y le pedí (sin pensar) si podía ir a cambiarme y repararme todas las bombillas de la oficina que debo dejar para entregarla en buenas condiciones...

Accedió gentilmente así como es él y realmente el piso se iluminó, no pense que estos años habian tantas bombillas quemadas y que nunca cambié... hasta se ve más bonito...

Sin embargo, me da pena que haya sido ahí... no quedamos en nada, solo salió un aun te quiero de su boca, y un yo también de la mía y me parece que es otro signo más del ciclo que estoy cerrando en ese lugar... sin embargo, no quiero pensar en eso...

hoy catorce de febrero sin querer he recibido un regalo, se me erizó otra vez la piel y se ruborizaron mis mejillas y por fin mi techo esta iluminado... el maestro ya comenzó a trabajar en la nueva oficina y muy pronto me voy a cambiar... ¿cuantas cosas cambiarán también en mi vida? no lo sé, solo espero que sea para mejor...

... a la distancia te recuerdo ...