Todo lo que dejo en esta habitación...

Luego de la agitada última semanita que tuve, por fin esta se vino con un poquito más de sosiego, voy todos los días por unos minutos a mi nueva oficina para convencerme que el sueño se hizo realidad y encontré, por fin, un maestro que me instalará la gasfiteria, la electricidad, los muebles y, en fin, me la dejara apta para trabajar.

Al cambio ya le puse fecha: será el 28 de febrero, así el 01 de marzo la oficina que actualmente ocupo estará vacía y será parte importante de mis recuerdos, aquellos que me hicieron crecer como profesional, mi lugarcito oculto, donde lloré, sola, mis penas más profundas... esas del corazón ... cuando se ven involucrados tanto el amor como la amistad... dejaré también esa ventana, en donde viví un noviazgo constante con el cerro Caracol y la antena que parece nave espacial...

Es un lugar que dejaré cargado con mis emociones, buenas y malas, y donde se quedará un pedacito de mi. Aun recuerdo cuando llegué hace 5 años atrás a pedir trabajo, con diploma recién adquirido, y el pelo recogido en dos trenzas como una colegiala, con unos kilos menos y con la mente encendida de júbilo por mis recientes logros acádemicos, teniendo frente a mi toda una nueva vida, en que con mi propio esfuerzo y trabajo, tenía que salir adelante...

Así pasaron dos años en que tuve un pasar bastante light y para no olvidar que venía recien saliendo del cascarón, aproveché el tiempo disponible para estudiar post grados, hasta que mi boss falleció... la buena vida le jugo una mala pasada antes de cumplir los 50 años...

Con más ganas que medios me hice cargo de la consulta y sin querer me convertí en mini empresaria, e invirtiendo todo lo que tenía (y lo que no tenía) adquirí los equipamientos necesarios para trabajar. Creo que fue en esé momento que egresé como profesional, la niñez me abondonó y comencé a pensar en cosas más serias y caí en ese abismo profundo, que es el trabajar sin límites, sin pensar en mi salud física y mental y dejar atrás familia, amigos y amores...

..Ni siquiera es una cuestión de dinero, sino que cada peso lo invertí en más y más equipamiento, intrumental y materiales...

... Este lugar me vio pasar aquí largos días de mi vida, desde muy temprano hasta horas depues de la puesta de sol, viendo pasar los días solo a través de mi ventana y las estaciones por el cambio de vestuario de mi cerro...

El remezón tenía que venir... y ocurrió cuando perdí al amor de mi vida... Puerto Montt... quien aún espera que deje de dedicar tanto tiempo al trabajo, pero que en ese momento no pudo soportar mi "no tengo tiempo", ... de eso hace un año y medio... Las lágrimas más desgarradoras brotaron de mis ojos en este lugar y con el corazón destrozado, mi cerro y mi ventana me apoyaron a recoger los pedacitos y volver a la vida, esta vez intente dejar más tiempo para mi, para mi familia y para mis amigos, pero el amor nunca más volvió...

Todas esas emociones las dejo en ese lugar y me apresto para vivir otras nuevas en el nuevo lugar que esta vez si será mío completamente, hasta el más pequeño clavo y lo mejor de todo es que esta en el mismo edificio y tengo una ventana del mismo porte desde donde continuar mi noviazgo con el cerro...

Pero en un momento pensé: " Si yo dejo tanta energía en el 701, cuantas rancias habran en ésta si pertenecía al siquiatra loco"...

Hoy... vino el Padre Patricio, hicimos una ceremonía sencilla junto a mi familia, de bendición de este lugar y además hubo champaña para celebrar...

Hoy ... salió de mis labios una plegaria... quiero hacer de este lugar un lugar digno para trabajar, en donde pueda solucionar los problemas de la gente con un trato cordial y mano rigurosa, donde aplique la perfección de lo aprendido y donde no pueda lucrar a costa del sufrimiento ajeno...

Quiero que este lugar se cargue de buenas energías y quien sabe... tal vez renazca el amor... Puedo traerlo aquí y mostrarle mi nueva adquisición y como al pasar... tal vez... le pueda robar ... un beso...