Vicisitudes de una estudiante de Odontología.... Para ti, María

Mi unico encuentro con los noticiarios ocurre cada medianoche, ya que el exceso de trabajo no ver permite leer el periodico ni ver las noticias de mediodia o de la noche, por lo cual, para saber que pasa afuera lo unico que hago es esperar el último... bueno... solo cuando no se me cierran solos los ojos...

...Frente a mi oficina hay un kiosko de diarios, a veces leo los titulares, pero sólo a veces...

... Ayer, al salir, como a las 10 de noche, no se por qué compre "El Sur", el periodico local...

No es por quebrarme, pero sin ser brillante, dicen mis antiguos profesores, hoy colegas, que fui una muy buena alumna, principalmente por mi responsabilidad y disciplina ...

El primer año fue un caos, tras cinco años estudiando periodismo había olvidado todo el area de las ciencias, ya no sabia lo que era sumar y restar y fue muy duro, tuve muchas malas notas hasta que apoyada por mis compañeras saque el año ...

Pero ya tomado el ritmo y con nuevo novio (del cual no me acuerdo el nombre ni quiero acordarme) el segundo y tercer año fueron los mejores, nada mas estudiar, dormir, comer y pololear...y copiar, porque debo reconocer que igual copie en algunas pruebas como anatomía, microbiología y bioquímica ...

El verdadero cambio llegó en cuarto año, en el momento en que dejamos de ser solamente estudiantes y comenzamos a atender a nuestros primeros pacientes... ya eramos "medio dentistas" y lo celebramos en grande...

Y, aunque en la Facultad se nos designaba los pacientes, yo tuve la suerte de llevar a mis amigos y familiares para las primeras "experimentaciones"

...Como olvidar a mi primer paciente, Daniel el pololo de mi mejor amiga que estuvo horas y horas con la boca abierta para solo ponerle aislamiento absoluto
...o a la tía Luisa que me hizo salir llanto cuando tenía que tomarle un molde y usar la nariz de la paciente como referencia para que me saliera centrada y luego de hacer 7 chuecas y mamarme el reto del Catalán , me di cuenta que la tía tenía la nariz chueca...
... o al Bryan, el niñito del hogar , de 7 años, que de tanto sufrimiento era totalmente aperrado y jamas lloro con una inyección y se convirtió en mi idolo ...
... o don Patricio que vivía faltando y casí no alcancé a terminar el tratamiento de el y con ello perdía el año, y que para más remate me volvió a tocar de paciente en quinto...

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... y quinto...
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quinto fue un año especial
fue durisimo...
Terminé con mi novió y sufrí mucho hasta que lo conocí a él , a Puerto Montt y me iba a buscar a la Facultad, pero yo no lo quería mucho porque tenía los dientes delanteros chuecos, hasta que se los arreglé...

... y fuera de la parte amorosa, cultive muchas nuevas amistades, arrendé mi primera oficina para atención particular, esa de bulnes con colo-colo, de la que todos se reían al escuchar la dirección (pleno barrio rojo), recibí mis primeros honorarios, estuve muchos fines de semana como voluntaria en urgencia del hospital , y ... en ese mundo de realidades que cruzaban por mi mente... también hubo espacio para la irrealidad... los sueños... los recuerdos... el pasado...

Ella llegó a comienzos de año, con su muleta y sus 90 años, solicitando una prótesis dental de arriba... al explicarle que tenía que hacerse la de arriba y la de abajo para masticar bien, me respondió que si yo necesitaba realizar una prótesis de arriba y una de abajo para aprobar el año, estaba bien, que se las hacía, pero que no fuera a obligarla a usar la de abajo...

... No quice contrariarla pensando que tal vez, con suerte apenas iba a usar una protesis de mi manufactura un año... y como tal vez leyo mi mente, me dijo que quería irse a la tumba con dientes nuevos... dinero tenía y era la unica forma de llevarselo...

... Un año duró el tratamiento, un año en que me trasladó a otras épocas ... cada sesión me perdía contandome sus vivencias, y como era el Concepción antiguo,
...ella trabajaba en un prestigioso salón de belleza y conoció a toda la antigua socialité, me contaba de sus trajes, sus vestidos, sus peinados...
...me daba consejos en relación con el amor, con el cuidado personal, con la belleza y el cabello,
... me contaba sobre la antigua Facultad de Odontología con su gran cupula de vidrio en el sector donde estaban las clínicas, casi estuve allí y puede sentir las antiguas maquinitas y empastes, casi vi las vacas en los potreros donde hoy esta el resto de la Universidad de Concepción, cuando en Edmundo Larenas había un pozo... y así ... tantas historias

( hace poco vi un libro de Concepción antiguo y todo era tal cual me lo había contado) ...
... Y me regaló un pañuelo antiguo de su salón y aún tenía olorcito... olorcito a glamour del pasado, a princesas y castillos encantados... y que conservo aún...

Así pasabamos las sesiones clínicas conversando... a veces creí que lo de las prótesis era un pretexto para salir... por eso me demore tanto en terminarlas...
ella necesitaba hablar, contar y yo, yo solo quería escuchar...

Incluso me invitó a su casa varias veces, por fuera muy sencilla, pero por dentro transportaba... muebles finos y muy antiguos, lamparas de arañas, fina platería y joyas, que muchas veces pense, a quien las dejaría al morir, con un poco de ambición...

... y en la despedida, jure que la visistaría, que no la dejaría, vivía sola con su nana, que era como su hija... me deseó lo mejor del mundo en mi nueva profesión, nada más me faltaba un año para ser dentista...

...Un año para ser esclava del trabajo...

... Me excusaría en el trabajo para decir que nunca más la volví a ver, pero siempre pienso en el ella, sobre todo al ver el pañito en mi mueble... siempre pienso si ya habra fallecido, tendría 97 años, es lo más seguro... y a quien habrá dejado sus maravillosas cosas...

... Ayer, al salir, como a las 10 de la noche, no sé porque compré "El Sur", el periodico local...

... y mientras tomaba el café ... comencé a hojearlo... como siempre comencé por el obituario... y mis ojos se clavaron el él...

... En un pequeño aviso... su nana, "hija" anunciaba la defunción de la señora María y los funerales se habían realizado ese mismo día...

... No puedo describir el sentimiento que me embargó...después de tantos años...

... Me hubiera gustado decirle adios...

... Ya no me pregunto a quien dejó sus bienes, a mi me dejó el mejor regalo, su cariño y sus historias que son algo que nunca olvidaré...

Este post, donde quiera que estés, María, es para ti...