El Ultimo Tango en Paris

Pese a que no he visto la pelicula, el titulo ya me parece sugerente, aunque de un modo más inocente que la célebre pelicula de Bertolucci, hoy han culminado mis clases de tango y mas que los pasos aprendidos, me seduce pensar en la idea de bailarlo contigo aunque fuera por una sola vez y si, por la ferrea mano del destino, fuese en mi amada ciudad de la luz, realmente estaría en el paraiso. Por otro lado, esta noche me ha traido otra sorpresa, mi compañero del primer baile ha enviado a mi mail unos pasitos de tango, para que no los olvide, junto a un pensamiento que llega como si estuviera escrito para mi hoy día, en que debo decidir si doy o no ese paso:

"Reir es tomar el riesgo de parecer un loco.
Llorar es arriesgarse a parecer sentimental.
Buscar a otro es correr el riesgo a involucrarse.
Exponer sentimientos es arriesgarse al rechazo.
Exponer sus sueños ante la multitud es arriesgarse al ridículo.
Amar es arriesgarse a no ser correspondido.
Continuar avanzando a pesar de grandes dificultades es arriesgarse a fallar.
Pero los riesgos deben ser tomados porque el mayor azar en la vida
es no arriesgar nada. La persona que no arriesga nada, no hace nada,
no tiene nada, no es nada.
Puede evitar el sufrimiento y la pena,
Pero no puede aprender, sentir, cambiar, crecer o amar.
Encadenado por su certeza, es un esclavo.
El ha empeñado su libertad. Sólo una persona que toma riesgos es libre."

Mi estimado don Mario han calado hondo en mi estas palabras, son casi como una señal. Hoy he optado por mi libertad, tomaré esos riesgos, aunque de la manera más correcta y noble que pueda, para no dañar a nadie en su libertad. Pero, debo confesarlo, en cuanto al corazón aun sigo siendo esclava, para evitar el sufrimiento y la pena. Necesito luz para romper esas cadenas, necesitos señales para poder avanzar, necesito notas para poder bailar... con él... Tango... una vez más.