Este invierno ya no es tan frío...

Por telefono, tres meses...

En persona... tres meses y punto

No hay discusión

Bastó un segundo para morir por completo... pero no puedo definir con claridad el segundo exacto en que volví a la vida...

Yo supongo que fue el momento en que me regalaste la flor... esa flor que duro casi tres semanas sobre mi escritorio para recordarme tu amor eterno... pero estoy casi segura de que, sin saberlo, nunca perdí la vida por completo ... había un hilo y ese hilo pendía de ti...

Hacía tiempo que no te molestaba para pedirte algo... aunque que cada vez que te llamaba era justamente para eso... para pedirte un gran favor... y ese día no fue la excepción... solo que te mentí... y eso aún me pesa...

Ya no recuerdo exactamente lo que te dije pero era algo así como que era la primera vez que iba a verlo al hospital, o me equivoco?... pero te mentí porque no quería que te doliera el que fuera corriendo a sus brazos, si es que era verdad lo decías sentir por mi... Siempre te he cuidado ves? y si te cuido es porque te quiero...

Y al otro día... cuando mi corazón yacía pisoteado y regado por todas partes... cuando la muerte me acechaba en cada esquina para llevarse también mi alma... te llamé a ti... no sé porque lo hice... no quería que me vieras sufrir... que me vieras llorar de amor por otro como tal vez nunca lloraría por ti... porque eras mi amigo, mi mejor amigo y los amigos nunca se van... nunca se alejan... nada más se esperan en la playa mirando el mar...

Y llegaste ahí, rápido como siempre y me tendiste tu mano, tus brazos y tu corazón y no se por qué sentí ganas de tomarlo, por primera vez... como sabiendo que era mi única tabla de salvación, de vuelta a la vida... y te dí un beso que no correspondiste ... pero que me hizo entender que ya tenía más que eso...

Fueron las dos peores semanas de mi vida entera ... cuando uno abre los ojos y sigue viendo la oscuridad... y solamente siente frío, entonces en esas dos semanas solo dan ganas de dormir para siempre... para ya no ver más el negro del abismo ni sentir el aliento frío de la muerte...

Sentí algunas manos cálidas que se alargaban hacia mi como tratando de levantarme, manos que ni siquiera me conocen en persona... pero que conocen mi corazón... y esa luz fue lo único que ví en esos días: Adela, Alberto, Toro... y también vi tu estrella a lo lejos, que no me dejó sola ni un sólo momento... gracias a esa estrella, supe donde se encontraba el cielo y hacia allá trataba de mirar... lo demas... solo oscuridad...

A mediados de marzo... vi también una rosa... pálida como mi alma moribunda ... que venía acompañada de tus labios...

Aún le quería, sí, debo reconocerlo, pero el dolor era más fuerte y eso le estaba apartando a raudales de mi vida y estabas llegando tú de a poco, de a poquitito, como siempre has sido... un amor que se bebe a sorbitos porque así cada día dan ganas de más... y por ese sorbo de agua cristalina que mana del amor puro fue que decidí levantarme y abrir aún más mis ojos, para ver más alla de la oscuridad... para verte a ti , a cada momento... a mi lado...